Programa de ejercicio estructurado es viable y mejora la capacidad funcional en adultos mayores en Puerto Rico
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artículo original
Authors
Hernández Soto, Osvaldo J.
Ramírez Marrero, Farah A.
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Publisher
Escuela de Educación Física y Deportes - Universidad de Costa Rica
Abstract
Description
Physical inactivity is a major risk factor affecting overall health and functional capacity among older adults. In this study we evaluated functional capacity in 22 older adults in Puerto Rico (mean age ± standard deviation = 73.3 ± 8.2 years) before, during and after eight weeks participation in a structured exercise program. Functional capacity was evaluated using a field test battery (body composition, flexibility, coordination, agility and balance, muscle endurance and cardiorespiratory endurance) validated for this population. Also, cardiorespiratory fitness (VO2max) and blood lipid levels were evaluated in a sub-sample (n = 7). A repeated measures ANOVA was used to detect changes in functional capacity before, during and after the exercise program. A paired t-test was used to evaluate changes in VO2max and lipids before and after the program. Flexibility improved significantly during the exercise program (51.6 ± 12.2 vs. 57.7 ± 8.1 cm, p=0.04) and this change was sustained at the end of the program (54.4 ± 10.2 cm). At eight weeks into the program, time in the agility and balance test improved by two seconds and muscle endurance improved by five repetitions (p<0.05 for all). No changes were observed in body composition, coordination, VO2max and lipid levels (p>0.05). These results suggest that participation in a structured exercise program for eight weeks can positively impact factors that improve movement capacity in older adults.
La inactividad física es un factor de riesgo principal que afecta la salud y capacidad funcional en adultos mayores. En este estudio se evaluó la capacidad funcional en 22 adultos mayores en Puerto Rico (edad promedio ± desviación estándar = 73,3 ± 8,2 años) antes, durante y después de ocho semanas de participar en un programa de ejercicios estructurados. La capacidad funcional se evaluó mediante una batería de pruebas de campo (composición corporal, flexibilidad, coordinación, agilidad y balance, tolerancia muscular y tolerancia cardiorrespiratoria) validadas para esta población. Además, en una sub-muestra (n = 7) se midió la aptitud cardiorrespiratoria (VO2max) y los niveles de lípidos en sangre. Se utilizó una ANOVA con medidas repetidas para detectar cambios en la capacidad funcional antes, durante y después del programa. Con una t-pareada se evaluaron cambios en VO2max y lípidos antes y después del programa. La flexibilidad mejoró significativamente durante el programa (51,6 ± 12,2 vs. 57,7 ± 8,1 cm, p=0,04) y el cambio se sostuvo al final del programa (54,4 ± 10,2 cm). El tiempo en la prueba de agilidad y balance mejoró por dos segundos y la tolerancia muscular aumentó por cinco repeticiones al cabo de ocho semanas (p<0,05 en todos). No hubo cambios en la composición corporal, coordinación, VO2max y nivel de lípidos (p>0,05). Estos resultados sugieren que la participación en un programa de ejercicios estructurados por ocho semanas puede impactar positivamente aspectos que promueven la capacidad de movimiento en el adulto mayor.
La inactividad física es un factor de riesgo principal que afecta la salud y capacidad funcional en adultos mayores. En este estudio se evaluó la capacidad funcional en 22 adultos mayores en Puerto Rico (edad promedio ± desviación estándar = 73,3 ± 8,2 años) antes, durante y después de ocho semanas de participar en un programa de ejercicios estructurados. La capacidad funcional se evaluó mediante una batería de pruebas de campo (composición corporal, flexibilidad, coordinación, agilidad y balance, tolerancia muscular y tolerancia cardiorrespiratoria) validadas para esta población. Además, en una sub-muestra (n = 7) se midió la aptitud cardiorrespiratoria (VO2max) y los niveles de lípidos en sangre. Se utilizó una ANOVA con medidas repetidas para detectar cambios en la capacidad funcional antes, durante y después del programa. Con una t-pareada se evaluaron cambios en VO2max y lípidos antes y después del programa. La flexibilidad mejoró significativamente durante el programa (51,6 ± 12,2 vs. 57,7 ± 8,1 cm, p=0,04) y el cambio se sostuvo al final del programa (54,4 ± 10,2 cm). El tiempo en la prueba de agilidad y balance mejoró por dos segundos y la tolerancia muscular aumentó por cinco repeticiones al cabo de ocho semanas (p<0,05 en todos). No hubo cambios en la composición corporal, coordinación, VO2max y nivel de lípidos (p>0,05). Estos resultados sugieren que la participación en un programa de ejercicios estructurados por ocho semanas puede impactar positivamente aspectos que promueven la capacidad de movimiento en el adulto mayor.